Inyectado desde un par de luceros, iluminados por la inocencia, la armonía y la debilidad de un ser que emana luz cada vez que nace; en contra de una especie que los provoca por medio de sus múltiples errores.
Son la consecuencia de la comunicación inconsistente de dos seres que intentan de una u otra manera no equivocarse para lograr defender sus intereses individualistas, pero en su intento de escucharse fallan completamente.
El leve aumento de volumen en las palabras y la imposibilidad de comprenderse conlleva a subsanar el dolor abstracto pero suficiente para crear sentimientos oscuros llenos de nostalgia, odio y rencor.
El tiempo se paraliza, las palabras se acaban, el silencio llena el espacio entre los seres y sobresalen los láser, que son naturalmente ocasionados por la debilidad de un alma agredida y se manifiestan como escudos protectores en forma de gotas diminutas que se deslizan por toda la silueta de un rostro; las cuales hacen que se desintegre cualquier barrera de valentía impuesta por el miedo de expresar un verdadero sentimiento llamado amor.
Amador 